lunes, 2 de mayo de 2011

Nuevas elecciones. ¿A quién votar? Una nueva opción: Ciudadanos en blanco / Escons en blanc

Dentro de pocos días se celebrarán nuevas elecciones. Son municipales en toda España y autonómicas en algunas comunidades, pero salvo en las pequeñas poblaciones con candidaturas locales, se presentan los mismos partidos que lo harán en las generales de 2012 y sus líderes harán campaña y prestarán su imagen a los candidatos de sus filas.

Pues bien, resulta estremecedor leer los resultados del barómetro de abril del CIS (http://datos.cis.es/pdf/Es2885mar_A.pdf) y darse cuenta de que ninguno de ellos se acerca siquiera al aprobado. No sólo eso, aparte de a Rodríguez Zapatero y Rajoy, a los que conoce más del 90% de los encuestados, al resto los conoce la mitad o menos.
Aún así, estas son las opciones a las que tradicionalmente hemos podido votar. Ellos, por mal valorados que estén, se reparten los cargos. Da igual que la abstención sea alta o baja, no importa: los cargos son los mismos, los gastos que originan también y la mediocridad de los elegidos resulta conocida de antemano.

¿Qué hacer?
¿Vamos a darle la capacidad de gobernarnos, gestionar nuestros impuestos, diseñar la política educativa o sanitaria a gente a la que suspendemos? No se es médico, arquitecto ni ingeniero sin haber aprobado una carrera, ¿por qué nos vemos obligados a elegir a políticos a los que no aprobamos? 
Más aún: ¿Nos fiaríamos de un médico que hubiera aprobado su carrera a base de cincos raspados? ¿Y de un arquitecto? ¿De un ingeniero, quizá? ¿Vamos a poner enormes presupuestos en manos de gente en la que no confiamos lo suficiente ni para darle ese aprobado justito? ¿En gente imputada en casos de corrupción?
Y todo ello genera, además, enormes gastos que pagamos quienes no los aprobamos: las campañas electorales, los sueldos, las dietas y, en algunos casos, los importes desviados corruptamente, que nunca acaban por regresar a las arcas públicas.

No nos gustan y abstenernos no sirve. Hasta ahora no teníamos otra opción, pero ahora sí. Ahora tenemos la oportunidad de mostrar nuestro desacuerdo con las opciones existentes, pero dejando patente que ni nos desentendemos de la política ni nos refugiamos en una abstención inútil.
Queremos que nuestro voto sea útil y visible. Visible por ausencia: llenemos los parlamentos y ayuntamientos de sitios vacíos y, de paso, ahorremos dinero a los contribuyentes: sin cobrar sueldos, sin generar dietas, sin  despilfarrar ni apropiarse dinero público.
Queremos que sepan que no estamos de acuerdo con su proceder, con su estilo, con su mediocridad.
Queremos unos políticos mejores, más preparados, más honrados.
Queremos una mejor gestión, más inteligente, con más iniciativas, con menos intereses creados.

Entretanto, manifestemos nuestra protesta de una manera efectiva. Votemos por:



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una pregunta me viene a la mente después de leer con esperanza este escrito que seguro que firmarían miles y miles de españoles, al ver la fecha encuñada en lo alto,(2 de mayo) 5 días después de publicar el mismo: Nadie ha escrito un pequeño comentario aquí porque nadie lo ha leído? Me voy a responder a mi mismo con una buena dosis de optimismo,-No puede ser... Hablemos en las urnas y ejerzamos nuestro derecho a ser escuchados, la inmensa mayoría de nosotros pensamos igual, hartos de mentiras, corrupción y de que el bipartidismo se eternice en la escena política, todo ello sin mencionar la injusta y obsoleta ley electoral a la que somos sometidos los españoles. En fin el 22 de mayo mi voto debería ir a parar a la formación Escons en blanc no sin algo de recelo, pues, aunque me he leído los estatutos internos en su web, no he acabado de tener la información necesaria(sobre todo de manera presencial) para estar totalmente convencido y confiado de el gran paso que significa decidirse por alguna formació en unas elecciones. Un saludo. Oscar G.S. Barcelona

Anónimo dijo...

lo leo, de casualidad, y coincido al 120%... difúndelo por facebook, en la página del 15-m, a ver qué pasa... seguro que se apuntan muchos! Salú, y... rebelión!