miércoles, 29 de febrero de 2012

John Adams, Boardwalk Empire, Mad Men, Boss ¿Es posible una serie como "Boss" en España?

Es una suerte que las productoras televisivas norteamericanas (HBO en especial) hayan visto que no es necesario quedarse en el vocerío crispante y barato de las tertulias para ganar dinero, sino que también se pueden generar beneficios con series de calidad y que, más aún, se puede entretener a los telespectadores mientras se les enseña historia o los entresijos de la corrupción.

Así, John Adams nos explica la historia del nacimiento de los Estados Unidos de una forma entretenida, con excelentes actores (Paul Giamatti está grandioso y el resto no desmerece) y con su adecuada dosis de acción y drama dentro de los que se insertan sin que chirríen grandes debates de ideas como los protagonizados por el propio Adams (su segundo presidente) y Jefferson (tercero) a propósito de su concepción del Estado. Magnífica.

Hay otras series que, aunque incluyen personajes reales, tienen protagonistas imaginarios, que les permiten más flexibilidad en la trama, pero que están tan bien encajadas en el momento y lugar al que pertenecen que también enseñan historia sin que se note. Me refiero, por ejemplo, a Boardwalk Empire (situada en Atlantic City durante la ley seca), Mad Men (New York, años sesenta) o The Wire (Baltimore, en la actualidad).
 
De este estilo, pero llevada al límite, es: Boss. Se desarrolla en la actualidad y nos presenta a un déspota alcalde de Chicago, capaz de las más abyectas maniobras para mantenerse en el poder. Es uno de los personajes más manipuladores y crueles que haya dado un guión: mala persona de una pieza, sin matices. No desvelaré detalles de la trama, baste decir que para salvar su cargo traiciona a su propia hija, la única persona que le ha demostrado su cariño y no su interés; pueden imaginarse qué hace con los demás.

Y surgen las preguntas: ¿sería posible producir una serie española con esta capacidad de denuncia situada en un lugar concreto de nuestra geografía? ¿Se imaginan una serie sobre un alcalde o un presidente autonómico malvados y corruptos, localizada en una ciudad o comunidad concretas? Las manifestaciones de ofendidos colapsarían el territorio, el griterío de las tertulias resultaría ensordecedor y los discursos de nuestros políticos serían, como de costumbre, cortos de vista y posibilistas; Jefes ellos al fin y al cabo, aunque no sea de Chicago, donde, por cierto, la serie ni siquiera ha despertado mucho interés.

martes, 21 de febrero de 2012

Valencia, Fernández Díaz, Rajoy, ¿los ciudadanos volvemos a ser el enemigo de la policía?



Lo primero que hizo Jorge Fernández Díez como ministro del Interior de Mariano Rajoy fue sustituir a los mandos de la policía.

¿Por qué? Parecía una decisión extraña, porque la policía es un cuerpo técnico, en el que lo que cuenta es hacer bien el trabajo. Es lo mismo que sustituir al jefe de bomberos, al de una central nuclear o al de la jefatura de tráfico. A todos ellos se los debería medir por su capacidad y honradez, no por sus opiniones políticas.

¿Eran malos o corruptos los mandos policiales sustituidos? Nadie los ha acusado de corrupción y sus éxitos al frente de la lucha antiterrorista, por ejemplo, los avalaban como buenos técnicos, de modo que no debían ser esos los motivos.
Se rumoreaba que algún cese se hubiera debido a que el afectado no hubiera seguido la llamada teoría de la conspiración de los atentados del 11-M, promovida por algún sector de la derecha más recalcitrante pero, siendo el ministro Fernández un hombre que se define como cristiano (y, según se dice, miembro del Opus Dei), es evidente que no hubiera actuado con esa mala fe, ya que el catolicismo lo prohíbe.
Así que seguía el misterio...
El País, 21/02/2012


El País 21/02/2012
El País 21/02/2012


El País 21/02/2012
Pero, por fin, tras los sucesos de Valencia de ayer, día 20 de febrero, el misterio ha sido desvelado: la policía vuelve a considerar a los ciudadanos como el enemigo: No pienso proporcionar esta información al enemigo dijo su jefe, en rueda de prensa, cuando le preguntaron cuántos policías habían participado en la represión de la manifestación.


¡Y aún hay quien se sorprende de que en la feria de ARCO un artista nos recordara que Franco todavía está fresquito en el cerebro de algunos! Franco, el poder que no cesa


viernes, 17 de febrero de 2012

Franco, el poder que no cesa. La libertad de ARCO y las prohibiciones del PP

En 1940, cuando Hitler ya había provocado la segunda guerra mundial y estaba enseñando quién era a los políticos que habían contemporizado con él, Charles Chaplin rodó El Gran Dictador, que en España no pudo verse hasta 1976, después de la muerte de Franco, ya que nuestro propio dictador la prohibió durante décadas, como tantas otras cosas.


Ahora, en 2012, 36 años después de la muerte de Franco, Eugenio Merino, un artista provocador (como todo buen artista), ha presentado en Arco una divertida obra en la que presenta un muñeco de Franco metido dentro de una nevera de refrescos, como para recordarnos lo fresca que se conserva todavía su memoria y lo presente que está aún el dictador entre nosotros. 
Tan fresca que, como si hubiéramos retrocedido en el tiempo y volviéramos a las las décadas de su Dictadura, la Fundación Francisco Franco (¿no es un oxímoron, eso?) ya ha anunciado que va a demandar al artista.

¿Sorprendente? Ni por un instante. Recordemos que el juez Garzón ha sido llevado al banquillo por una organización ultraderechista por haberse atrevido a investigar los crímenes del franquismo.
 Pero recordemos también que el PP acaba de llegar al poder y el "moderado" Ruiz Gallardón ya quiere prohibir el aborto, la píldora del día después y todo aquello que no sea santificado por la santa madre iglesia católica, que sigue rigiendo los destinos de España como en nuestras épocas más oscuras.
Y es que con las medidas que están tomando contra los trabajadores, les conviene que todos seamos fervientes católicos que pensemos que hemos venido a este mundo a sufrir para ganarnos el cielo tras nuestra muerte y así no armamos jaleo, no reivindicamos nada y bajamos la cabeza y trabajamos por sueldo miserables.
Por eso suprimen la asignatura de Ciudadanía, para que no aprendamos a conocer nuestros derechos, que deberían ser los de una sociedad democrática, montan nuevos cambios en el sistema educativo, rebajando en un año la ESO, para que así los jóvenes puedan dejar de estudiar antes y sean más dóciles por falta de conocimientos, recortan el presupuesto de colegios públicos y universidades, para que los que puedan pagárselo vayan a los concertados católicos y a las privadas católicas y los que no puedan pagar aprendan lo menos posible para que sean carne de cañón en esta nueva etapa de capitalismo salvaje en la que nos están metiendo.

Está claro que el gobierno de Mariano Rajoy nos está sacando de la crisis, crea puestos de trabajo, mejora las condiciones laborales y sociales de los trabajadores, consigue que aumente el consumo, el P.I.B. y la venta de casas, el sueldo de los funcionarios, el presupuesto para investigación, las pensiones, el salario mínimo. También rebaja el IRPF de los trabajadores castigados por la crisis y aumenta el de los que se aprovechan de ella. En fin una multitud de mejoras que sería prolijo relacionar aquí.
Todo ello puede hacerlo porque hubo una mayoría de españoles que votaron al PP, de haber sido por los que no lo hicimos, ahora no disfrutaríamos de todas esas ventajas. Y eso me parece injusto. Tanto que desde aquí propongo que los que fuimos tan cortos de miras que no votamos al PP quedemos al margen de todas estas extraordinarias medidas que Mariano Rajoy está tomando para mejorar nuestras vidas.
Propongo, pues, que a los no votantes del PP no nos beneficien con los recortes de salarios ni pensiones, ni con la prohibición del aborto o la píldora del día después, que nos castiguen a contemplar imágenes paródicas de Franco, que nos condenen a tener jueces tan extravagantes como Garzón y toda una larga serie de condenas que nos llevarían a vivir una vida más feliz aquí en la tierra, sin menoscabo de lo que nos pudiera pasar después de muertos, que a saber lo que será.

lunes, 6 de febrero de 2012

Tenerife. Los Gigantes. Boicot a las construcciones que estropean los parajes naturales.

Las dos fotografías que ilustran este artículo muestran el Acantilado de los Gigantes, en Tenerife, y fueron  tomadas el pasado sábado, 4 de febrero de 2012.
No son necesarias muchas palabras, las imágenes se explican solas: lo que podría ser un paisaje bellísimo se ha convertido en un rincón vulgar, masificado y (sobre todo) de propiedad privada.
¿Quién permitió que se edificara este horroroso hotel que priva a los visitantes de una vista espectacular de la que ni siquiera muchos de sus huéspedes disfrutan, ya que tienen las terraza de espaldas al acantilado? ¿Cómo se obtuvieron los permisos para edificar todas estas casas adosadas retrepadas en una montaña que debería ser un paraje virgen para disfrute de los ojos de todo el mundo y no solo de los que viven o se alojan en ellas a saber cuántos pocos meses al año?
¿Nadie va a pagar por estos años en los que todo estaba permitido para que algunos se enriquecieran a cambio de arruinar el futuro de todos los demás? ¿Qué clase de turismo va a querer visitar estos lugares viendo lo envilecido y adocenado que hemos dejado lo que resultaba atractivo para las personas medianamente sensibles a la belleza?
¿Qué tipo de personas disfrutan hospedándose en este hotel, sabiendo que está estropeando un paraje natural de tanta belleza como este?
¿Alguien se siente satisfecho viviendo en una de estas casitas amarillas superpuestas a un paisaje rocoso que sería inolvidable por lo hermoso y no por lo feo que es ahora?
Desde aquí propongo una campaña: no nos alojemos en hoteles ni casas que estropeen parajes naturales, hagámosles el vacío, no les demos nuestro dinero, porque no lo merecen. Lo único que merecen es que les obliguen a derruirlos y a limpiarlo todo hasta dejarlo como estaba antes de que llegara la irresponsable codicia que nos ha llevado hasta aquí
No nos conformemos con quejarnos: ¡Actuemos!