martes, 21 de febrero de 2012

Valencia, Fernández Díaz, Rajoy, ¿los ciudadanos volvemos a ser el enemigo de la policía?



Lo primero que hizo Jorge Fernández Díez como ministro del Interior de Mariano Rajoy fue sustituir a los mandos de la policía.

¿Por qué? Parecía una decisión extraña, porque la policía es un cuerpo técnico, en el que lo que cuenta es hacer bien el trabajo. Es lo mismo que sustituir al jefe de bomberos, al de una central nuclear o al de la jefatura de tráfico. A todos ellos se los debería medir por su capacidad y honradez, no por sus opiniones políticas.

¿Eran malos o corruptos los mandos policiales sustituidos? Nadie los ha acusado de corrupción y sus éxitos al frente de la lucha antiterrorista, por ejemplo, los avalaban como buenos técnicos, de modo que no debían ser esos los motivos.
Se rumoreaba que algún cese se hubiera debido a que el afectado no hubiera seguido la llamada teoría de la conspiración de los atentados del 11-M, promovida por algún sector de la derecha más recalcitrante pero, siendo el ministro Fernández un hombre que se define como cristiano (y, según se dice, miembro del Opus Dei), es evidente que no hubiera actuado con esa mala fe, ya que el catolicismo lo prohíbe.
Así que seguía el misterio...
El País, 21/02/2012


El País 21/02/2012
El País 21/02/2012


El País 21/02/2012
Pero, por fin, tras los sucesos de Valencia de ayer, día 20 de febrero, el misterio ha sido desvelado: la policía vuelve a considerar a los ciudadanos como el enemigo: No pienso proporcionar esta información al enemigo dijo su jefe, en rueda de prensa, cuando le preguntaron cuántos policías habían participado en la represión de la manifestación.


¡Y aún hay quien se sorprende de que en la feria de ARCO un artista nos recordara que Franco todavía está fresquito en el cerebro de algunos! Franco, el poder que no cesa


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