viernes, 15 de julio de 2011

La derecha y el interés general del país

¿De qué habla la derecha cuando habla del interés general del país?

Tenemos claros ejemplos en dos países tan dispares en su concepción y funcionamiento de la política como son España y Estados Unidos de que no parece que hable de otra cosa más que de proteger sus intereses: el electoral y el de los sectores más pudientes.
Tanto el Partido Popular en España, como el Republicano en Estados Unidos están tensando la situación con el ánimo de ver caer al Presidente, que es su enemigo (está claro que no lo consideran su adversario), sin importarles lo que arrastre consigo.
La delicada situación española, envuelta en la vorágine de todo lo que está ocurriendo en Europa, y la amenaza de suspensión de pagos de Estados Unidos sólo reciben de sus respectivas derechas declaraciones desestabilizadores y trabas para evitar que la situación mejore.

¿De verdad piensa el Partido Popular español que los problemas se solucionarían de inmediato si se celebraran elecciones ahora y ellos las ganaran? Es evidente que no, pero contarían con dos argumentos de peso para justificarse y justificar las medidas que pondrían en marcha: el país está muy mal (peor incluso de lo que nos han dicho) y hay que tomar medidas "dolorosas". Dolorosas, por supuesto, para aquellos a los que quieren y pueden controlar: pensionistas, funcionarios y asalariados en general.
Claro ejemplo de ello es el gobierno de Convergència i Unió, que es la genuina derecha catalana (que nadie se deje engañar por sus proclamas nacionalistas, que lo único que buscan es atraer a electorado ingenuo) y que desde que ha llegado al poder apuesta por recortar prestaciones básicas a los que menos tienen y por eliminar el impuesto de sucesiones de las grandes fortunas. No le van a la zaga las pintorescas medidas de Esperanza Aguirre en Madrid, y ya veremos qué hace Dolores de Cospedal en Castilla La Mancha tras presentarnos un panorama desolador de lo que se ha encontrado.

¿Y en Estados Unidos? Estados Unidos está al borde de la suspensión de pagos porque un grupo de radicales del Partido Republicano (simpatizantes o militantes del Tea Party) se niega en redondo a aumentar los impuestos a los más ricos, sin importarles lo más mínimo las consecuencias que ello podrá tener para su país, ese del que cantan el himno puestos en pie y con la mano en el pecho.

Supongo que ambas derechas piensan que la situación es tan mala que no puede empeorar mucho más y que echándole la culpa de todo a los mandatarios actuales y subiendo al poder en un momento en el que, con bastante certeza, las cosas tienen que empezar a mejorar (y si no lo hacen seguirían achacando la culpa a los gobiernos actuales), quedarían como los salvadores de la patria, esa a la que ahora están intentando hundir, después de haberla sumido ya en la actual crisis por su imprudencia (o desfachatez) a la hora de hacer negocios. Son los mismos que han recurrido al dinero público para volver a llenar sus arcas, vacías por su incomeptencia (o mala fe) y que ahora niegan que se les dé una mínima parte a quienes ellos perjudicaron o, peor aún, a su propio país para que pague sus deudas.

Es una estrategia. Tan malvada y lícita políticamente como cualquier otra; si lo es éticamente es algo que no les importa. El problema es que la inmensa mayoría de la gente se va a ver perjudicada si ellos suben al poder, pero aún así muchos les votarán.

No hay comentarios: