Me explico.


Parafraseando aquel famoso enunciado de la física que decía que la energía ni se crea ni se destruye, unicamente se transforma, podemos decir sin temor a equivocarnos que la riqueza de los trabajadores ni aumenta ni disminuye, unicamente se traslada de un lugar a otro.
- Pronto, algún avispado empresario chino (si es que no lo ha hecho ya) se dará cuenta de que puede montar una fábrica en España, ofrecer puestos de trabajo con salarios de miseria y ver la cola de solicitantes que se formará ante su puerta.
- Un tiempo después, los niños españoles, desmotivados por las malas condiciones de la educación española (clases masivas, contenidos inútiles, sistema nefasto) y necesitados por la precariedad de la situación económica familiar, se verán obligados a trabajar a los doce años.
- Tal vez dentro de veinte años, los chinos organicen boicots contra alguna multinacional del deporte que emplee niños españoles para coser las pelotas de fútbol, con la que se jugará la mejor liga del mundo, que será la de su país.
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