Esta crítica contiene algún spoiler
Artificiosa, aburrida, prolija, repetitiva y carente de interés. Este es el resumen, puede ahorrarse el resto del escrito si no le interesa conocer los motivos de mi opinión.
En primer lugar debo decir que admiro algunas obras de Auster (Brooklyn follies, Sunset park) pero que detesto muchas otras, en especial todas aquellas en las que trata de hacer metaliteratura, aquellas en las que los personajes son escritores (muchas) o aquellas en las que aparecen los fantasmas de la creación.
4 3 2 1 tiene un poco de todas, no en vano se extiende casi hasta las mil páginas.
He devorado las trescientas primeras, leido con interés las doscientas siguientes, en diagonal las siguientes doscientas y una de cada diez desde ahí hasta el final. Lo que ha empezado siendo una fiesta ha acabado siendo un entierro.
Puede parecer una crítica emocional. Es posible que lo sea, porque al fin y al cabo la literatura sirve para despertar emociones y esta las despierta primero para adormecerlas después: al terminar la novela, pensé ¿qué he leído? ¿qué ha aportado Ferguson a mi vida?
No he sentido nada en la novela que se acerque a lo que la crítica de todo el mundo ha dicho de ella. ¿La novela más importante de Auster? ¿Una obra maestra?
Cualquier puede inventarse mil y una anécdotas inconsistentes sobre un personaje o cien, describirlas una tras otra y llenar tantas páginas como Tolstoi. Eso sí, sin ninguna de las emociones ni enseñanzas sobre la vida con las que el escritor ruso impregnaba cada una de sus novelas.
Es la eterna cuestión: ¿cuánto más larga es una novela, mejor es? Entiendo que requiera más trabajo escribir mil páginas que escribir cien, pero cuando la diferencia solo es de horas de trabajo, eso no convierte a la novela larga en mejor. La "gran" novela americana no tiene por qué ser una novela "grande", ha de ser una novela con vida propia. No es el caso.
Y, como casi siempre en Auster, la literatura dentro de la literatura. ¿Es que este escritor (y algunos otros) solo saben escribir sobre literatura, como si el mundo entero se redujera a ella, como si fuera lo único importante? Y, encima, el torpe recurso final para explicar el motivo de la novela (del que no voy a hacer un spoiler que sería enorme), tan manido, tan poco atractivo, de tan poca imaginación.
Novela de iniciación, de personajes que enfrentan la adolescencia y la edad adulta, que aprenden a vivir. Pero llegar a comunicar algo así al lector no se hace mediante el recurso de narrar cientos de peripecias, una tras otra, sin que haya nada en ellas que tenga el más mínimo interés, y encima confundiéndolo mediante la trampa de yuxtaponer lo que les sucede a cada uno de los cuatro protagonistas, indistinguibles a partir de la página trescientos. Detallista hasta el absurdo (de alguna manera hay que llenar páginas para conseguir la "gran" novela): todos los libros que un personaje lee, los restaurantes que le gustan, las chicas con las que sí o no se acuesta o los chicos con los que sí o no lo hace. No dejar ningún tema en el tintero: homosexualidad, prostitución, diferencias de edad en uno u otro sentido, amor puro, amor salvaje, sexo con amor y sexo sin amor, adulterio, incesto o medio incesto… al final se consigue un catálogo, pero no una historia interesante.
Lo mismo pasa con las peripecias familiares: familias que se llevan bien y otras que se llevan mal, ricos, pobres, judíos, afroamericanos, gente que muere joven, gente que no, matrimonios felices y otros que no, amantes, desamores.…. Al final se tocan todos los temas de forma superficial, para que nadie pueda acusar al autor de haberse focalizado en alguno, ¿hay que ser culturalmente correcto?
¿No podía escoger alguno de estos temas y desarrollarlo más?
¿No podía escoger personajes menos capaces intelectual y deportivamente? Da la sensación de que Auster solo se mueve a gusto tratando personajes que a los quince años ya han leído toda la literatura rusa del XIX, escuchado toda la música barroca (¡y qué nivel de entendimiento y dominio! ¡y qué capacidad de discernir y de tener preferencia por determinado cuarteto de determinado compositor.….¡a los 15 años!), escrito en un periódico local, jugado en las mejores ligas de baloncesto, etc. Etc. Etc.
¿No podía escoger una manera menos confusa de narrarnos la historia de cada uno de los cuatro personajes protagonistas? ¿Qué aporta el método escogido?
Al principio despierta curiosidad, pero conforme se avanza, el libro pierde interés y la confusión lo preside todo, ya da igual de cuál de los cuatro protagonistas está hablando, porque todos se confunden y se entremezclan. Es posible que Auster haya pretendido este efecto, muy loable sin duda por su parte, pero, para mí, completamente carente de interés.
Casi todo ocurre para mal, pero no siempre, ya ves, nada es nunca para siempre, pero yo siempre espero lo peor, y cuando lo peor no ocurre me llevo tal alegría que parezco optimista (335).
Sentimos lo que sentimos, escribió, y no somos responsables de nuestros sentimientos. De nuestros actos sí, pero no de lo que sentimos… no tienes derecho a sentirte mal por cosas que no has hecho (419).
Tú no quieres reinventar el mundo, Archie, quieres entenderlo para encontrar una forma de vivir en él (762).